PIE DE FOTO

-Carta a los Periodistas-

“El trastorno de los profesionales del periodismo no constituía ningún misterio. Eran poco más que simples practicones que se resistían a la innovación”. Tom Wolfe. The New Journalism
No es una farza del proyecto hiperrealista lo de la animación ósea en 3D, es un precepto de la nueva empresa, alegoricamente: si los embarcados no son fieles al cristianismo fundaremos un continente pagano que a la larga será mas viejo y corrupto que la vieja y corrupta europa. Si no creen marineros en la redondez de la tierra, precipitaran pronto en el abismo de las aguas.
Haced el Cielo.

-bendición
first travel, Colono 1.0
media pontifical

ABSTRACT FOR DUMMIES
Who: El periodismo
What: ocupa el mismo lugar que un pie de foto
Where: en los nuevos medios
I
Le vendría bien a los estudiantes de periodismo probar un poco de ese cocktail gonzo-alucinógeno que se tomó el periodismo gringo cuando vio la proyección catoidal de su muerte en la serie infinita y especular del alunizaje -el quiebre del tintero de los románticos liberales-, con esto se les haría más fácil abandonar sus trajes de ayudantes de justicieros y empezar a redactar fenomenología paranormal y melodramas faranduleros, asumiendo por fin -como lo ha hecho el periodismo amarillista, rosa y demás croma sensacionalista- el lugar que le corresponde a su modalidad: el de un subtítulo cinematográfico, una tipografía folclórica (obstinada en opacar una materia que le traspasa) que como un páncreas se ha resistido a la especiación solo para darnos el horrible malestar de una mina enterrada en el cuerpo, una bolsa de veneno resesivo que pese a su inutilidad fisiológica puede mandarlo todo a la mierda en un instante.
El periodismo informativo ocupa en relación a los medios el mismo lugar que ocupa el pie de foto en la fotografía: el de un enunciado imperativo que cree imponer una lectura y dirigir la mirada de los sujetos aún cuando la idea de primetime, que le incha las bolas y las tetas a la burocracia de los medios, ignora del todo la irritabilidad perceptiva de la “cultura del simulacro”, los “usuarios hiperactivos”, la “sensibilidad posmoderna” y demás nociones con arreglo a “lo real” digerido por “lo virtual”. “Elv’is not Dead”.
Como cualquier institución moderna el periodismo se apega a la legalidad opresora y escluyente de la objetividad, invocando zombies ofertelevisivos como la imparcialidad, la actualidad, el interés y servicio público, la denuncia, la opinión… para salvar un “principio de realidad” que carece de legitimad, verosimilitud, estabilidad, atractivo, seguridad (all inclusive) y permanece bajo la perfomatividad de la inercia cultural y la nostalgia política.

II
La puesta en continuum histórico y evolutivo de la información, su fragmentación, aislamiento, clasificación y jerarquización, o lo que es lo mismo: la producción de conocimiento -en tanto proyecto decadente de la arquitectura masónica de las universidades-, fue tanto el dogma que tuvo que aprender el periodismo para recibir su cátedra, como el paradigma apostado que lo convirtió en un género arcaico tras la implosión del saber que prefiguraron las vanguardias teóricas (textualidades científicas y artísticas) y que hoy empiezan a simular las “nuevas” tecnologías.
El hipertexto puede transgredir las jerarquías de la información, emplazarnos en la saturada y violenta gravitación de los signos de cada tiempo, los unos sobre los otros: condensación, acumulación barroca, putrefacción, las huellas cotidianas de la sobrepoblación del planeta, entropía orgásmica, expansión implosiva