21.10.08

NO CAMBIE DE CANAL

-Carta Abierta a la Comisión de Docencia-
I Parte del Manifiesto.txt

Srs Comisión de Do(de)cencia, permitanse el acogimiento de la primera parte de nuestro manifiesto y nuestras impostergables reivindicaciones: DEMOLOTVS ™ .

La literatura de época popularizó el procedimiento con la ridiculez del “lavado de cerebro” enredándola con las teorias conspirativas y la paranoia civil de los sesentas.
Amordazarlo, más que de un protocolo tortuoso de la CIA, formaba parte del “aseguramiento” de las condiciones de recepción. Junto a la reducción de ruido que proporcionaba la habitación oscura y aislada, la hipnosis catoidal requería de un foco de atención permanente, el péndulo o la espiral cóncava -esa que parecia un dulce navideño blanco y rojo- engolozinaban de entrada al espectante, lo hacian agotar sus defensas de forma infantil en una proyección bastante burda. Por esto es curioso que al experimento se hayan yuxtapuesto toda clase de referencias a un supuesto uso de imágenes de propaganda, conociéndose la irrelevancia que podría tener para una sugestión un contenido político y uniforme -nada genera más inoculación que la ilusión democrática del people´s choice-.

-traducción.
hipnotics and cibernetics
BBC radio, sfc tales collection

La enseñanza de la comunicación colectiva descansa en procedimientos donde la CONTRUCCIÓN del signo equivale a la CONSTRICCIÓN del signo. Los géneros composicionales que la dominan no pretenden más que una conducción vertical y cerrada de la “lectura”, una constante apelación a la memoria canónica en la que se siguen sosteniendo de forma ridícula todos los valores y relaciones con los que la “academia” y el “gremio profesional” perpetuan las condiciones salariales de su miope megalomania: creerse en control de la imagen, aun cuando esta es esquizoide pixel por pixel y desestabiliza al igual que una ensoñación diurna el trasnochado referente que ustedes los profesores consolidados (consolidificados?) defienden como realidad. En estas condiciones cómo no recibir con desconfianza esa preocupación desinteresada de los docentes por las “necesidades” (los gustos de la audiencia) de los estudiantes, el medio laboral y los “d-efectos” de estos en la percepción social, si se logra leer entre líneas la conveniencia del rating (legitimidad comercialmente viable).
Apreciariamos un esfuerzo de la Escuela -en el inicio de su segunda adolescencia- para esclarecer sus intereses institucionales y dejar de ensayar sin éxito su insostenible ética retórica (la pornográfica profesionalización de una moral) del compromiso y la responsabilidad social, el interés público, la democratización de la información y demás sinonimia ilusionista de la prensa informativa. La empresa es del todo suicida pero les permite redimir la adhesión inconsiente al orden que ustedes mismos dicen rechazar a través de esta práctica que como Talón de Aquiles le mantiene en pie y al mismo tiempo le amenaza de muerte.
Los cursos de la ECCC -indistintos del énfasis al que pertenecen- están parasitados por los preceptos de “la vocación periodística”, en cuyo vértice se hallan la claridad y la veracidad -destilación “filantrópica” de la objetividad- y de los cuales se desprende a beneficio de cualquier insinuación deconstructiva la oposición binaria mensaje/ruido: el ruido como polo marginal y el mensaje como centro de la comunicación.
Ingenua o deliberadamente las reglas que se nos exponen como “herramientas” -bajo la obligatoriedad que supone el “profesionalismo”- declaran la apuesta que se hace a la idea de que el total de la información procesada (mediada) se presenta efectiva solo en cuanto su forma discursiva se reduce a los enunciados imperativos y afirmativos de los géneros mas monolíticos e inocula hipnoticamente la irritabilidad de los suobjetos (distracción, zapping, interferencia, rumor, hiperactividad…) Las neuróticas preocupaciones higiénicas de la disciplina sobre la producción del mensaje (desde el “empaque al vacio” de los estudios de grabación hasta la nutritiva pirámide invertida) y el rechazo radical a cierta definición del ruido han domesticado -las “NTICs” como un cerdo vietnamita- el salvaje ataque hiperreal de los nuevos medios, la posibilidad del acabose de la legalidad moderna: “realista”: opresiva, escluyente, sacrificial y decadente.

2 comentarios:

Francisco Murillo dijo...

El orden de las estructuras se cambia distinto, no agrediendo de forma antojadiza. Dèjense de payasadas y trabajen por una mejor escuela, que bastante nos hace falta.

Y por favor, no nos hagan perder el tiempo.

Duir dijo...

Qué fácil esconderse en el anonimato e intentar "protestar" si así se pudiese llamar con palabritas rebuscadas del gremio de los pseudo revolucionarios para tener aprobación de tus pocos amiguitos admiradores de la izquierda usando bultos jansport.

Lea, infórmese y busque un cambio empezando por su gremio social y de ahí muévase a buscar una sociedad más justa y equitativa en todos los sentidos.

Y a ver si dejás de prostituir nuestra escuela y bien que mal nos hace falta un buen cambio (un cambio de verdad)